Sin políticas sociales la pobreza, y la indigencia "no hubieran cambiado"

«Sin la aplicación del conjunto de políticas sociales como la implementación del Plan de Asistencia a la Emergencia Social (Panes), el Plan de Equidad, las reformas de la Salud y Tributaria, los índices de indigencia se hubieran mantenido o crecido, la desigualdad habría crecido y la pobreza habría disminuido a la mitad de lo que disminuyó», resumió ayer el director de la OPP, Enrique Rubio al presentar el informe junto con el economista Rodrigo Arim.

El estudio presentado ayer discrimina el impacto en la disminución de la pobreza, la indigencia y la desigualdad del crecimiento económico y de las políticas sociales que instrumentó el gobierno de Tabaré Vázquez.

La principal conclusión del estudio es que sólo con crecimiento económico no se habría abatido la pobreza y la indigencia y mucho menos se habría empezado a cambiar la desigualdad y la concentración del ingreso.

Sin políticas sociales y a pesar del crecimiento económico, casi 200 mil personas seguirían siendo pobres, los indigentes hubieran aumentado y no disminuido a la mitad y habría aumentado la concentración de la riqueza.

Las cifras globales coinciden con las brindadas la semana anterior por el Instituto Nacional de Estadística (INE), dijo Rubio, y son que alrededor de 400 mil personas dejaron de ser pobres en Uruguay y que de ese total entre 120 y 125 mil son menores de 18 años. En el caso de la indigencia se concluye que se redujo radicalmente.

«Hablamos de que hay entre 380 mil y 400 mil pobres menos; estamos diciendo que esto es el resultado del crecimiento económico asociado con la aplicación de las políticas sociales y que si éstas no se hubieran producido, tendríamos la mitad de la reducción de la pobreza en Uruguay», expresó Rubio.

En 2008 la pobreza cayó en forma sistemática en el orden del 32% al 20% aproximadamente, en el caso de la indigencia pasa de ser 4% a 1,5%, destacó el director de la oficina de gobierno.

Para llegar a dichos resultados la OPP trabajó sobre dos premisas: ¿de qué es producto la caída importante de la pobreza, de la indigencia y de la desigualdad? para lo que se desarrolló una nueva metodología de trabajo; y la segunda premisa fue: ¿qué hubiera sucedido si simplemente la economía crecía, como creció y los ingresos también sin aplicar reformas?.

El economista explicó que la brecha mayor se manifestó en 2008 con la implementación de la reforma de la salud y la renovación y profundización de las Asignaciones Familiares, «estamos hablando de decenas de miles de personas que hubieran permanecido en la pobreza si no se hubieran aplicado estas políticas», indicó.

El economista Rodrigo Arim explicó que, en el caso de la indigencia, lo que explica su reducción es la incorporación del Plan de Asistencia a la Emergencia Social (Panes) durante el primer año de la gestión del Dr. Tabaré Vázquez (2005-2006). De lo contrario, con la ausencia de este tipo de programas, los índices hubiesen permanecido prácticamente incambiados en ese período.

«Dicha caída se consolida con la desarticulación del Panes y la incorporación del Plan de Equidad y su reforma en las asignaciones familiares. En 2006, si no hubiese operado el Panes, los niveles de pobreza serían los mismos a los de 2005 inclusive en 2007 la indigencia hubiera aumentado. En 2008, sin el impacto de las reformas, la indigencia hubiera alcanzado el 3.9%, cifra superior a la que tenemos hoy, que registra un 2,4%», indicó Arim.

En el caso de la pobreza el impacto se dio a través de la modificación y profundización de las Asignaciones Familiares y la implementación del Fondo Nacional de Salud (Fonasa).

Arim señaló que dos factores fueron determinantes para la reducción de la pobreza en los años 2007-2008, período en que se registra una caída del 25,5% al 20,3%.

El tercer punto central del informe es la desigualdad social, la que fue evaluada a través del índice Gini. En este aspecto, el informe concluyó que la caída observada durante todo el período estudiado 2005-2008 es asociada fundamentalmente a la incorporación del conjunto de las reformas y particularmente a la reforma del sistema tributario.

El economista destacó que «en la ausencia de medidas de políticas como lo fue la reforma tributaria, la incorporación de asignaciones familiares, las tarjetas alimentarias, la desigualdad en Uruguay efectivamente hubiese aumentado» y señaló que tal reducción es «producto del accionar del Estado sobre la propia distribución».