Vázquez trasmitió rechazo a presencia militar extranjera

Vázquez recibió ayer en el Salón de Honor de las oficinas presidenciales de Suárez y Reyes al presidente Uribe, quien realiza una gira por América del Sur en procura de conquistar el apoyo de los gobiernos de la región para la instalación de 7 bases militares norteamericanas en territorio colombiano.

El encuentro entre ambos dignatarios se produjo a la hora 8.30. También estuvieron presentes el vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa ­quien comunicaría la postura uruguaya ante la próxima reunión de la Unión de Naciones del Sur (Unasur) en caso de que se analice el planteo­, el Canciller Gonzalo Fernández y su par de Colombia, Jaime Bermúdez.

Si bien luego de la reunión no hubo declaraciones a la prensa referidas al tema, en horas de la tarde la Presidencia emitió un comunicado. En tal sentido, el Ejecutivo expresa que Vázquez recibió en su despacho al presidente Uribe en presencia del vicepresidente Nin Novoa y del canciller Fernández, manteniéndose «una profunda conversación durante la cual analizaron la situación política que planteó Uribe». Tanto la Presidencia como Cancillería resolvieron emitir un comunicado para informar que «fiel a las más caras tradiciones y principios del Uruguay en materia de política exterior, el presidente Vázquez manifestó la plena observancia del principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados, como eje fundamental en las relaciones internacionales». Asimismo, Vázquez reiteró la posición histórica del Uruguay contraria a la existencia o establecimiento de bases militares extranjeras no sólo en el país, sino también en cualquier territorio de América Latina. El jefe de Estado abogó una vez más por la solución pacífica de las controversias entre los Estados. Mientras se estaba desarrollando el encuentro entre los presientes Vázquez y Uribe, en las afueras de la residencia presidencial, un grupo de manifestantes, pertenecientes a Plenaria Memoria y Justicia y Fogoneros repudiaron la visita del mandatario colombiano y que Vázquez lo recibiera.

En horas de la tarde, Asamblea Popular organizó una concentración en Plaza Libertad bajo la consigna «Fuera Uribe de tierras de Artigas». Uribe, quien no permaneció por más de tres horas en el Uruguay y solamente se limitó a saludar al pueblo uruguayo y agradecer la atención recibida, se dirigió a Brasilia para reunirse con el presidente Luis Inácio Lula Da Silva, cerrando así su gira en la que visitó siete países sudamericanos. Precisamente el gobierno brasileño manifestó «preocupación» por la presencia de un importante contingente militar en la región. Además, solicitó «garantías» de que las operaciones se restringirán al territorio colombiano. El tema, adelantó el canciller brasileño Amorim, será objeto de consultas con Estados Unidos.

Los argumentos de Uribe para conquistar respaldos se refieren a que el acuerdo con Estados Unidos tiene como principal objetivo la ayuda humanitaria y la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Por su parte, en horas de la tarde, la Mesa Política del Frente Amplio también emitió un comunicado a través del cual expresa su «preocupación frente al acuerdo entre el gobierno de Estados Unidos y el gobierno de Colombia para la instalación de 7 bases militares en suelo colombiano, con la justificación de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico». Según el órgano de conducción de la izquierda, este acuerdo permite la operación de «aviones, barcos, radares y equipos de inteligencia especializados de Estados Unidos e incrementa el contingente de militares y ‘contratistas’ en ese país». Asimismo, el FA considera que tal acuerdo «no sólo atenta contra la soberanía del pueblo colombiano, sino que además constituye una amenaza directa en la región, afectando la estabilidad democrática y la convivencia pacífica en el continente». Es por ello que el Frente Amplio se manifiesta «contrario a toda militarización y carrera armamentista en el continente, y rechaza todas las bases militares tanto en Colombia y Honduras como las existentes en países del Caribe».

«Nuestros países de Latinoamérica necesitan paz para el desarrollo y la justicia social de nuestros pueblos. Necesitamos escuelas, universidades, hospitales y fuentes de trabajo para elevar el nivel de vida de todas y todos los latinoamericanos y revertir la profunda desigualdad social en el marco del respeto de la diversidad que caracteriza a nuestro continente», se subraya en la declaración de la izquierda.