"La víctima del fraude del 71 no fue Wilson, fue el pueblo"

Juan Raúl Ferreira, hijo del extinto caudillo nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, dijo que en el fraude perpetrado en las elecciones de 1971, «la víctima no fue Wilson, fue el pueblo uruguayo».

Entrevistado en el programa «Primera Voz» de 1410 AM LIBRE, que conduce Sonia Breccia, Ferreira consideró que se montó «una estructura fraudulenta, una organización deliberada para alterar el resultado electoral».

Pocos días después que se conocieran documentos desclasificados en Estados Unidos, que demuestran que el presidente Richard Nixon confirmó en aquellos años la participación de Brasil en la maniobra, Ferreira señaló que «estamos a 37 años de aquellos hechos y es bueno que la historia empiece a laudar sobre este tema, que no quede esa señal de interrogación sobre nuestras conciencias acerca de lo que pasó».

Al comentar las reacciones adversas en torno a estos hechos, provenientes del Partido Colorado, dijo que personalmente hubiera preferido que este asunto «nos agarrara a todos los uruguayos juntos, con esa sensación de alivio de que se cierra este capítulo, pero con todos los ciudadanos unidos por encima de los partidos».

Señaló que si viviéramos en otro Uruguay y, por ejemplo, «hubiera un fraude para tratar de impedir que el señor Mujica fuera presidente, el agraviado no sería Mujica, yo me sentiría tan agraviado como él y no soy candidato a presidente».

«El agraviado es el pueblo uruguayo, al que no lo dejan decidir por sí solo. La víctima del fraude del año 1971 no fue Wilson, fue el pueblo uruguayo. Es más, yo no sé incluso si el fraude se montó en contra de él o se usó en contra de él, pero había sido montado contra el Frente Amplio. Igual eso no cambia nada, se montó contra el pueblo uruguayo quitándole la capacidad de elegir su propio destino», argumentó.

Ferreira consideró que la de 1971 fue «una elección espuria» y ya antes del golpe de Estado «soplaban esos vientos».

 

«Estructura fraudulenta»

«Hay una tendencia a tratar de reducir el episodio del fraude del 71 a algunas irregularidades, como el hecho de que las hojas de votación, por Bordaberry en un régimen proyectado y por Pacheco en el régimen vigente en ese momento, se confundieron y se contaron algunas de más; como que lo que hubo fueron pequeñas desprolijidades», sostuvo.

«Incluso, el doctor Sanguinetti dijo que se investigaron unos cuantos circuitos y encontraron 45 votos de más, lo que estaba dentro de lo natural. Para mí, que haya un solo voto de más en una sola mesa, es muy poco natural, muy poco serio. Pero si pensamos en 45 o 50 votos de más por circuito, estamos hablando de 90 mil votos en Montevideo, en una elección que se perdió por 11 mil».

Ferreira dijo que ha tenido oportunidad de concurrir como observador de la OEA a elecciones en distintos países, como Bolivia y Ecuador, donde precisamente el principal objetivo del organismo internacional es que no se registren desprolijidades y que las mesas funcionen correctamente.

«Pero acá estamos hablando de otra cosa. Estamos hablando de la organización deliberada de una estructura fraudulenta para alterar el resultado electoral. Y hay episodios de aquella época que han sido olvidados. Por ejemplo, muy pocas personas recordarán que la Asamblea General destituyó al ministro de la Corte Electoral, Sigifredo Goñi, por su conducta inconstitucional en el procesamiento de la denuncia que hizo el Partido Nacional». Ferreira dijo que esa destitución de un ministro de la Corte es un episodio único en la historia del país.

«Recuerdo que Wilson decía que no perdió por 11 mil votos, sino que perdió por uno, el de Sigifredo Goñi. Este señor, que votó en contra del pedido de anulación de las elecciones, realizado por la unanimidad del Directorio del Partido Nacional, fue destituido y al día siguiente de cesar en su cargo el presidente Bordaberry lo designó como embajador en Japón, lo que no deja de ser una burla institucional muy grande».