Primer vínculo de Saúl Feldman con el tráfico de armas

Víctor Lissidini narró ante el juez especializado en crimen organizado de 2º Turno, Jorge Díaz, los pormenores del operativo realizado en 2002, por los cuales se constató un poderoso arsenal de guerra, propiedad de un oftalmólogo del Hospital Militar, que fuera requisado y posteriormente devuelto a su dueño, según indicaron fuentes judiciales a LA REPUBLICA.

El operativo, desarrollado bajo la tutela del entonces juez de Aduanas, Gustavo Pini, determinó la incautación de 72 armas de guerra modernas y operativas, entre ellas, AK 47, fusiles de asalto M 16 y Uzi (subfusil automático israelí) y minas antitanque.

Sin embargo, el operativo culminó con una denuncia penal por «abuso de funciones» contra Lissidini, interpuesta ante la entonces jueza penal de 14º Turno, Anabella Damasco, y la devolución de las armas de guerra por parte del Juzgado de Aduanas, según declaró el ex jerarca ante la sede.

Incluso, dos meses después Lissidini fue procesado por el juez de Carmelo, Carlos Colmenero, por coautoría de un delito por «usurpación de funciones», tras una investigación desarrollada por el Departamento II de Inteligencia Policial de la DNII durante la gestión del colorado Guillermo Stirling como ministro del Interior. Lissidini aseguró ante el magistrado que el oftalmólogo del Hospital Militar era el primer nombre de una lista de diez presuntos traficantes de armas entregada por un informante. El contador Saúl Feldman también integraba la lista, aunque Lissidini dijo no recordar ante la sede ninguno de los restantes nombres, según señalaron las fuentes. «Los hechos sucedidos con posteridad impidieron profundizar la investigación. Me dejaron solo», expresó el ex jerarca ante el magistrado.

La declaración de Lissidini ante el juez Díaz «fue muy importante, porque es el primer vínculo concreto de Feldman con las armas, ya que hasta el momento únicamente se tenía el hallazgo del armamento en las dos casas y el hecho de haberse resistido hasta su muerte», explicaron las fuentes.

En este sentido, el juez Díaz libró sendos oficios al Juzgado Penal de 14º Turno y el Juzgado de Aduanas y solicitó la remisión de ambos expedientes tramitados en 2002 como forma de ampliar la indagatoria de la información aportada por el ex director de Aduanas, según indicaron las fuentes.

 

Pericia psicológica

En tanto, el fiscal Ricardo Perciballe interpuso ayer un escrito ante el juez Jorge Díaz solicitando el diligenciamiento de nuevas medidas probatorias en procura de desentrañar las razones por las cuales el contador Saúl Feldman acopió durante años el potente arsenal hallado en la finca de Elba 4210.

El escrito interpuesto por la Fiscalía solicita, en este sentido, la incorporación de las actas parlamentarias de la interpelación del pasado martes, así como de la documentación presentada por el miembro interpelante Gustavo Borsari y de los integrantes del Poder Ejecutivo.

El fiscal Perciballe solicita en su escrito la comparecencia de diversos testigos vinculados de una u otra forma al incendio acaecido en la finca de la calle Elba y en cómo se llega a la casa de Shangrila, en la cual Saúl Feldman fue abatido tras un intenso tiroteo con efectivos policiales. Asimismo, el escrito de la Fiscalía promueve la conformación de un equipo de peritos forenses del Instituto Técnico Forense (ITF) para establecer un perfil «psicológico y psiquiátrico» del malogrado contador. En este sentido, existen diversos elementos pasibles de ser utilizados para la conformación del perfil requerido por la Fiscalía.

«La intención es utilizar el testimonio de familiares y vecinos, los materiales documentales encontrados en ambas fincas, su resistencia a la autoridad, el hecho de no haber entablado diálogo durante el tiroteo, el tirotearse con la Policía hasta su muerte, es decir, varios elementos que pueden ser utilizados para configurar su perfil psicológico y psiquiátrico», dijeron las fuentes.

El perfil «psicológico y psiquiátrico» de Feldman fue requerido como forma de complementar su «perfil financiero», el cual se encuentra prácticamente terminado, y permitiría desentrañar algunas de sus motivaciones. Feldman era dueño de siete propiedades en distintos puntos del Uruguay (incluída una chacra de 12 hectáreas en Tacuarembó presuntamente dedicada a la actividad forestal).

Asimismo, desarrolló una extensa trayectoria como asesor de inversiones en el mundo de la construcción y en el sector forestal fue uno de los principales ejecutivos de la forestal de Paso Alto y poseía varias cuentas bancarias en instituciones financieras de plaza, tal como lo informara LA REPUBLICA.