Continuidad. Aplica por primera vez el Art. 4º de la Ley de Caducidad para desaparición forzada

Mujica ordenó continuar indagación sobre la muerte de Roberto Gomensoro Josman

La tumba fue profanada en 2001 cuando una investigación de Serpaj permitió recuperar su cráneo e identificarlo. El resto del cuerpo no ha sido encontrado. El presidente de la República, José Mujica, resolvió aplicar el artículo 4º de la Ley de Caducidad, por primera vez desde su asunción al gobierno, para que la Justicia continúe las indagaciones sobre la muerte de Roberto «Tito» Gomensoro Josman, militante del 26 de Marzo desaparecido el 13 de marzo 1973, cuyos restos fueron identificados en 2002.

El caso Gomensoro (ficha 429-10197/2001) se instruye en el Juzgado Letrado de Primera Instancia de Paso de los Toros, hoy a cargo de la jueza Lilián Elorriburu y la fiscal Angelita Romano, quienes solicitaron al Poder Ejecutivo se pronunciara sobre si la causa estaba aún comprendida en el artículo 1º de la Ley 15.848.

La desaparición del «Tito» Gomensoro, aunque ocurrió tres meses antes del golpe de 1973, fue amparada en la impunidad por el presidente Julio María Sanguinetti el 16 de octubre de 1987, cuando ordenó archivar la denuncia radicada el 9 de junio de 1985 por su madre, Marta Josman, ante el juez Jorge Rubial Pino del Juzgado Penal de 1er. Turno.

El extenso expediente sobre Roberto Gomensoro incluye contiendas de competencias por parte de la Justicia Militar, un informe del fiscal José Sambucetti sobre la falta de evidencias de la participación militar en el caso y, ya desde 1985, la sospecha de que su cuerpo pudo haber sido enterrado como «NN» en Paso de los Toros.

El cráneo del «Tito» fue identificado por su ADN en octubre del 2002. Lo tenía el médico forense policial Emilio Laca, quien hizo la autopsia de su cuerpo encontrado el 18 de marzo de 1973 flotando en el lago de Rincón del Bonete, aún atado con alambres a piedras que lo fondearan, cerca del Batallón de Ingenieros Nº 3 del Ejército.

El resto del cuerpo, enterrado como «NN» en 1973, fue desaparecido por segunda vez en el año 2001, poco después que miembros del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) de Uruguay, iniciaran una investigación sobre cinco cuerpos no identificados del cementerio de Pasos de los Toros, entre los que podía encontrarse Roberto Gomensoro.

Un hermano del «Tito», Hugo Ernesto Gomensoro Josman, también fue secuestrado y desaparecido en Buenos Aires el 30 de marzo de 1976 y su cuerpo, arrojado al Río de la Plata por la dictadura argentina, fue hallado en la costa ese 25 de mayo y también enterrado como NN. Su cuerpo fue repatriado y enterrado en Uruguay en junio de 2007.

Un cráneo «superviniente»

La actual causa judicial sobre el caso Gomensoro, se inició como consecuencia de un trámite que en diciembre del año 2000, realizaron los abogados Guillermo Payseé y Graciela Romero de Serpaj ante el entonces intendente de Tacuarembó, hoy senador Heber Da Rosa, para exhumar cuerpos «NN» del cementerio de Paso de los Toros.

La autorización del jefe comunal, implicó una investigación municipal que, con sorpresa, descubrió que en el libro de inhumaciones figuraba que un cuerpo «NN» había sido sepultado el 20 de marzo de 1973 en la tumba 10.936, pero no se podía identificar la fosa, no constaba la inhumación del cuerpo y se desconocía el destino de los restos.

En marzo de 2001 se inició una búsqueda de la tumba desaparecida en los cementerios de Tacuarembó y Paso de los Toros, y se descubrió una serie de irregularidades. Donde debía estar el cuerpo aparecían las chapas de otros cuerpos exhumados el 14 de marzo de 1980, lo que evidenciaba que el lugar había sido profanado clandestinamente.

El departamento Jurídico de la Intendencia de Tacuarembó denunció la situación ante el Juzgado Letrado de Paso de los Toros con el único dato que obtuvieron por testimonios: el cuerpo había sido exhumado para una autopsia a la semana de enterrado, se llevaron el cráneo y volvieron a enterrar el resto del cuerpo en el mismo lugar.

La jueza Adriana De los Santos ­mediatizada por ordenar el procesamiento de Diego Maradona en Maldonado­ encabezó la instrucción judicial sobre la segunda desaparición del cuerpo de Roberto Gomensoro y descubrió que el cuerpo había sido removido sólo meses antes de que Serpaj llegara a Paso de los Toros.

El testimonio del encargado del cementerio, Sr. Alvez, confirmó que un mes después que Serpaj pidiera indagar sobre las tumbas NN ante la Intendencia de Tacuarembó, cuando el funcionario estaba de licencia, se habían realizado exhumaciones en el lugar y se habían cambiado de sitio las chapas que identifican las tumbas.

Sólo se logró recuperar el cráneo de Gomensoro, que había quedado en manos del médico forense policial Emilio Laca, quien lo tenía expuesto en su consultorio. Los exámenes antropológicos del forense Horacio Solla y un examen de ADN terminaron por confirmar que la pieza ósea correspondía al estudiante desaparecido en 1973.

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