No se va, vuelve. El economista Sténeri encabezará la Unidad de Gestión de Deuda Pública del MEF

"Uruguay no necesita recurrir a nuevas  emisiones de deuda en el mercado global"

Así lo confirmó el propio Sténeri en diálogo con LA REPUBLICA a raíz de ciertas interpretaciones que surgieron de una resolución del Poder Ejecutivo sobre el cierre de la Agencia Financiera del Ministerio de Economía y Finanzas en Washington DC, donde ocupaba el cargo de desde 1989 de agente financiero.

Sus funciones de asesoramiento en materia económica y financiera, los contactos directos y accesos rápidos con los centros financieros del área que Sténeri realizaba a través de esa Agencia serán ahora cumplidos desde nuestro propio país. Sténeri aseguró a LA REPUBLICA que después de los últimos cinco años del gobierno de Tabaré Vázquez, la Unidad de Gestión de Deuda Pública del MEF logró una institucionalidad consolidada, de tal manera que la sede en Washington ha dejado de ser necesaria.

 

Acceso abierto al financiamiento externo

El director de la Unidad de Gestión de Deuda Pública del MEF dijo a La República que «Uruguay no necesita actualmente recurrir a nuevas emisiones de deuda en el mercado global aunque tiene el acceso abierto para lograr financiamiento externo en el mercado global en cualquier momento debido a las excelentes condiciones económicas que presenta el país». Agregó que «la liquidez con que cuenta Uruguay actualmente, sobre todo a través de las reservas del gobierno central no indican que sea necesario salir al mercado global». Por el contrario, el economista aseguró que se recurrirá al mercado doméstico para nuevas emisiones porque existe interés y hay un ahorro que está disponible y ávido para ello.

La Unidad de Gestión de Deuda Pública informó, a mediados del mes pasado, que «la estrategia financiera para el año 2010 también se enfoca en el logro de una combinación óptima de la deuda con multilaterales y privados».

En el «marco de una política financiera precautoria», el reporte de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF que se envía a tenedores de títulos uruguayos y calificadoras de riesgo, entre otros, «la Unidad de Gestión de Deuda se ha comprometido con la reducción del riesgo (de deuda) en moneda extranjera. Este objetivo se manejará a través de emisiones (de títulos) en moneda local ligados al IPC y explorando las posibilidades de contraer obligaciones con organismos multilaterales en moneda nacional y/o de realizar un swap de fondos originalmente desembolsados en moneda extranjera». En otras palabras, el gobierno pretende que los organismos internacionales realicen sus desembolsos para el actual período de gobierno en pesos en lugar de hacerlo en dólares, de manera de acentuar la desdolarización de la deuda.

Además, Sténeri señaló que las autoridades están actualmente cerrando las negociaciones con organismos multilaterales para completar los montos de créditos que a través de esos organismos se entienda necesario utilizar.

Uruguay recibiría préstamos por entre U$S 5.100 millones y U$S 5.700 millones de los organismos multilaterales en los próximos cinco años.

Durante la reciente visita de la vicepresidenta del Banco Mundial, Pamela Cox, el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, confirmó que Uruguay pretende una asistencia financiera del Banco Mundial de U$S 700 millones para el próximo quinquenio, cifra similar a la que recibió el gobierno de Tabaré Vázquez. A su vez, la jerarca del Banco Mundial destacó que Uruguay «es un modelo de solidez económica y políticas sociales». América Latina, en su conjunto recibirá créditos por U$S 15 mil millones del Banco Mundial en el 2010 y entre U$S 7.000 y 10.000 millones en el 2011.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aportaría créditos por entre U$S 1.900 millones a U$S 2.000 millones, incrementando de manera importante las cifras del quinquenio pasado, que ascendieron a U$S 1.300 millones. Por su parte, la Corporación Andina de Fomento (CAF) estima otorgar créditos a Uruguay por entre U$S 2.500 millones y U$S 3.000 millones.

Sténeri señaló que «la estrategia financiera para el año 2010 también se enfoca en el logro de una combinación óptima de la deuda con multilaterales y privados». Para ello, el gobierno tendrá no sólo en cuenta la alternativa de financiamiento más eficiente en términos de costos, sino también otros factores tales como el mantenimiento de una buena relación y presencia con los inversores privados y las instituciones multilaterales de crédito. La Unidad de Gestión de Deuda Pública actúa monitoreando y revisando los riesgos asociados con los cambios en las tasas de interés que afectan los costos del servicio de la deuda y también sobre la deuda a tasa variable de manera de reducir aún más su proporción.

El año pasado se realizó un swap con el BID el año por el que se cambió deuda a tasa variable por deuda a tasa fija. Luego de esa operación, la deuda a tasa variable representa sólo el 10% del endeudamiento público total que a fin del año pasado ascendía a unos U$S 21.700 millones.

La Unidad de Gestión de Deuda Pública continuará con la misma política de pre­financiación llevada a cabo hasta ahora, lo que significa asegurar que en cualquier momento el gobierno tendrá activos líquidos para cubrir el servicio de la deuda total a pagar durante los próximos 12 meses, más un colchón adicional para acontecimientos inesperados que podrían tener un impacto transitorio en el equilibrio fiscal, como fue el caso de la sequía en 2008­2009.

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