Motivos. Falta de autocrítica, información sobre los desaparecidos y declaraciones del 14 de abril son algunos puntos

PIT-CNT rechazó invitación aunque destacó "gesto político" del Ejército

El dirigente Juan Castillo indicó que están dispuestos a reunirse con los jefes castrenses pero fuera de lo protocolar. Tanto para el jefe del Ejército como para el ministro de Defensa Rosadilla, la decisión del PIT-CNT no pone en entredicho los esfuerzos que desde la Presidencia se hacen para alcanzar la llamada «reconciliación» entre sociedad y Fuerzas Armadas.

Castillo remarcó la importancia de que los militares reconozcan su participación en la dictadura y brinden información sobre los desaparecidos. Los dirigentes del PIT-CNT rechazaron una invitación del comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales para estar presentes ayer en el estrado oficial del acto del Día de las Fuerzas Armadas.

«Esto ­la invitación­ sucede por primera vez» indicó a LA REPUBLICA, el dirigente Juan Castillo. «Más allá de que valoramos el gesto político del Ejército, hoy no están dadas las condiciones para concurrir a este acto» agregó.

Sin embargo, Castillo no negó la posibilidad de reunirse con los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y discutir sobre varios temas. «No tenemos ningún problema en reunirnos, pero fuera de un acto protocolar» aseguró el sindicalista.

Castillo argumentó la negativa de la central en acudir al acto basado en que el Ejército uruguayo todavía no ha reconocido su actuación en la dictadura cívico-militar pasada y demandó más información de parte de los militares sobre el destino de los desaparecidos.

«Permanecemos con la reivindicación de la verdad y la justicia» aseguró el sindicalista. «Además que la invitación suceda 48 horas antes de la marcha por Verdad y Justicia puede ser interpretado de otra manera y generar confusión», agregó.

El otro motivo que esbozó el gremialista fueron las declaraciones del 14 de abril pasado en el Centro Militar, por parte de algunos miembros de la rama castrense.

«Escuchamos horrorizados cuál es la mentalidad de algunos militares que piensan que las causas que generaron la dictadura están presentes aún hoy en día», recordó Castillo.

«Y no vimos a ningún responsable del Ejército salirles al cruce por esas declaraciones», agregó.

Para el PIT-CNT, no hay ninguna autocrítica por parte de los militares, ni tampoco un reconocimiento de su responsabilidad como cuerpo del Ejército Nacional en la gestación de la dictadura cívico militar que se instaló entre 1973 y 1985. Castillo recalcó que en estos momentos lo principal es la marcha que se realizará mañana 20 de mayo por Verdad y Justicia, en reclamo de saber el destino de los desaparecidos en la pasada dictadura.

 

«Decisión respetable»

En tanto, el ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla prefirió no opinar sobre la decisión del PIT-CNT de no concurrir al acto. «Es una decisión propia de una organización social que respeto y sobre la que no me expresaré porque es una decisión del PIT-CNT», afirmó. Rosadilla explicó que la decisión de invitar a la central sindical fue porque se está en un camino de integrar a todas las partes, pero «cada uno es libre de saber adónde va y no va y todo es respetable».

«La libertad es para ir y para venir, por tanto no me ofende, no nos enoja y todas las organizaciones son libres de saber adonde van o quienes invitan; el tiempo y la historia lo dirán», acotó el secretario de Estado al finalizar el acto en la sede del Comando del Ejército. Al ser consultado acerca de si la decisión de la central gremial puede significar una brecha entre ambos estamentos en el camino de la reconciliación, Rosadilla dijo que no, porque simplemente es «una respuesta del movimiento sindical uruguayo en esta instancia».

Asimismo, el comandante en jefe del Ejército, general Jorge Rosales también fue consultado sobre la actitud del PIT-CNT en tal sentido, respondió que ello no dificulta la reconciliación nacional. «Simplemente lo que hicimos fue enviar una invitación muy amplia a toda la sociedad uruguaya, la preocupación estuvo en que la invitación llegara a todos quienes conforman la sociedad y hay actores públicos de indudable trascendencia que tenían que ser invitados y quien la recibe tiene la opción de concurrir o no», explicó.

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