"Si hubiéramos propuesto reducir los feriados nos habrían hecho un paro general"

El ex presidente de la República, Julio María Sanguinetti, dijo que si un gobierno encabezado por uno de los partidos tradicionales hubiera planteado reducir los días feriados «las gremiales nos hubieran hecho un paro general». Sin embargo, lo ha planteado el presidente José Mujica y «no pasa nada», se quejó el dirigente del Partido Colorado.

Sanguinetti analizó las posibilidades de llevar adelante una reforma del Estado, que a su criterio «pasa por aligerar y racionalizar procedimientos», al tiempo que rechazó los planteos «superficiales» como el hecho de «enfrentar a los públicos y los privados».

El ex mandatario estuvo de acuerdo con algunas propuestas formuladas por el actual gobierno, pero rechazó otras. En diálogo con el informativo de Radio Monte Carlo, el líder forista sostuvo: «La solución está en establecer mecanismos de profesionalización y de evaluación del rendimiento, ese es el gran tema; en Uruguay no se evalúan rendimientos, eso es histórico y en eso tiene razón el Presidente».

«Es decir, hay que evaluar rendimientos y premiar al que realmente funciona y eso no es calificar a todo el mundo al barrer con el mismo puntaje. Todos conocemos las oficinas, sabemos que hay siempre dos héroes que se ponen el cuadro al hombro, cuatro inteligentes que trabajan poco y diez que apenas cumplen», sostuvo.

«La reforma del Estado pasa por aligerar y racionalizar procedimientos, y creo que no hay que hacer planteamientos superficiales, como decir que enfrento públicos con privados, no es así, no hay que enfrentar unos con otros, son cosas distintas», argumentó.

«O simplemente saco feriados, bueno hay que discutirlo, aunque creo que si lo hubiera propuesto un gobierno de un partido tradicional ya habría un paro general de las gremiales, pero ahora aparentemente nadie dice nada», señaló Sanguinetti.

«Cuando leo que se ha parado una incorporación de funcionarios al Banco República, eso en principio me parece bien, sin conocer en detalle la situación. Si yo miro a la distancia y veo que los bancos son cada vez más automáticos, los procedimientos están cada vez más informatizados, y se sigue hablando de hacer edificios y de nombrar gente, me cuesta creerlo, porque la actividad ha cambiado. En esa parte tiene razón», subrayó el ex mandatario aludiendo al gobierno. Por otro lado, Sanguinetti afirmó que «el tema como siempre son los excesos, los simplismos, las caricaturas».

El ex legislador afirmó que para encarar una reforma del Estado «el ejemplo también tiene que venir desde arriba». En este sentido, cuestionó que «si usted nombra en las jerarquías funcionarios que no tienen la mínima calificación o incorpora ­como está pasando en más de un lado- una bandada de cargos de confianza, de gente sin ninguna calificación, por ese lado tampoco va a prestigiar a la Administración, ni va a establecer los cánones de una exigencia más rigurosa y, sobre todo, una producción mayor, un rendimiento mejor».

«Por ejemplo, la atención al público, clásicamente, es una de las mayores fallas de la administración; eso hay que corregirlo con una evaluación adecuada, objetiva, serena, pero rigurosa», reflexionó.

Consultado sobre si entiende que existe una crítica del presidente Mujica al denominado Estado batllista, respondió: «De algún modo sí, pero no en esto, porque esto no es el Estado batllista, esto es simplemente la burocracia de cualquier origen que sea. Las burocracias son burocracias. Es un ente que cobra vida propia, como lo explicaba Max Weber».

«Al Estado batllista sí lo ha criticado, porque él ha estado en contra de la industria, en contra de muchos procesos que el país hizo en su tiempo. Pero esa es otra historia para un análisis un poco más profundo», señaló Sanguinetti.