MPP, VA y PCU. Manifestaron su preocupación por resultado electoral del 9 de mayo

Crece reclamo en el FA de reflexión autocrítica y de "unidad partidaria"

Luego del resultado electoral del pasado 9 de mayo, donde se produjo un alto porcentaje de votos en blanco y anulados, mayormente en Montevideo y Canelones, y la pérdida para la izquierda de cuatro intendencias departamentales, el Frente Amplio comenzó un proceso de evaluación electoral a nivel orgánico de la Mesa Política, las departamentales y los sectores políticos.

En cuanto a estos últimos, el primero en efectuar su balance sobre lo sucedido fue el Partido Socialista, que a pocos días de las votaciones, concluyó que las pasadas elecciones departamentales fueron un «retroceso», mencionando que en algunos departamentos, la ciudadanía dio un paso para la formación de un espacio «blanqui-colorado». En tanto, entre el sábado y ayer, tres de los grandes sectores de izquierda efectuaron su evaluación sobre lo sucedido. En el caso del Movimiento de Participación Popular (MPP) el análisis que hicieron unos 150 dirigentes, fue más allá, y además de los aspectos electorales, incursionaron en varios aspectos, relacionados a la fuerza política, el sector, el gobierno, y hasta la política internacional y su incidencia en nuestro país.

No obstante, el sector que fue más crítico con el resultado electoral de mayo fue la Vertiente Artiguista. El sector, conducido por el senador Enrique Rubio, reunido ayer, fue enfático al sostener que este proceso que culminó con las votaciones del pasado 9 de mayo, es «alarmante».

Se aclara que esta situación, de resultado electoral, tiene su origen en 2007, con el Congreso Zelmar Michelini, donde la izquierda no pudo resolver favorablemente la presidencia del Frente Amplio, pasando por las elecciones internas, donde se entendió que hubo una polarización y rispidez entre los precandidatos, Danilo Astori y José Mujica.

El senador Enrique Rubio señaló que en este ciclo electoral, el FA quedó debilitado en determinados aspectos, motivados por una serie de temas de fondo relacionados con el proyecto del partido político, su vínculo con la sociedad, además de aspectos ideológicos no resueltos, como el «avance del sectorialismo que ganó espacios importantes en el FA».

Explicó que la VA concluyó que el FA estuvo este tiempo mirando hacia adentro, en su estructura, sin buscar al ciudadano y su inserción en la misma.

Rubio dijo que en el interior del país, la fuerza política no supo comunicar la gestión efectuada por los gobiernos departamentales del FA, y en otros casos, «como en Paysandú, hubo una competencia interna despiadada, que deterioró la imagen de la gestión del FA en esa intendencia».

El senador de la VA, señaló que en el caso de Montevideo, se visualizó como preocupante el alto porcentaje de voto en blanco y anulado, motivado a su entender por problemas de gestión, falta de comunicación sobre lo hecho, los vínculos con Adeom, y el cuestionamiento de algunos sectores del FA a la elección del candidato a la Intendencia.

Dijo que la VA pretende fortalecer al gobierno nacional, para lo cual presentará en breve un proyecto de reforma de recursos humanos, para dar otro dinamismo al planteo de Reforma del Estado. En tanto el diputado vertientista, José Bayardi señaló que el FA perdió su «identidad» relacionada con la voluntad política de lograr acuerdos. A su entender, lo sucedido el pasado 9 de mayo es alarmante, con orígenes multicausales. Añadió que se percibe una incapacidad de integrar la participación de los frenteamplistas, para lo cual, se busca repotenciar el instrumento político.

En el documento, elaborado por la Vertiente Artiguista se advierte que «si el FA en Montevideo no mejora sustancialmente su gestión y resuelve con éxito los desafíos centrales de la nueva administración, y la fuerza política no enfrenta con vigor en el terreno ideológico a quienes anteponen sus privilegios corporativos al derecho de todos los ciudadanos, estará entonces seriamente comprometida la renovación del mandato, con su consecuente impacto nacional». Ayer, también el Partido Comunista, concluyó a través de una declaración que con la elección del 9 de mayo, «se prendió una luz de alerta», pero se advierte que para explicar este fenómeno no se puede recurrir a visiones simplistas que se debe exclusivamente a la unión de blancos y colorados, o por la falta de participación de las bases en las decisiones del partido político. En tanto, desde el MPP, si bien se admite que en este ciclo electoral el sector tuvo niveles de votación similares, con una pérdida de 70 mil votos en mayo, comparado con octubre, se reconoce que a nivel del FA existe preocupación por el conjunto de adhesión que recibió la fuerza política en la última instancia electoral.

Existe coincidencia que los problemas que viene soportando el FA, no obedecen mayormente a una falta de reforma estatutaria, sino que son políticas. Se es consciente que si bien, se cuenta con un casco de electores del FA, se reconoce desde el MPP, «que ya nadie es dueño de los votos, y que se pierden si se hacen las cosas mal». Defendieron el procedimiento en que se llegó a la elección de la candidata del FA, Ana Olivera, «que no fue digitada».

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