Mujica. "¿Es pecado abominable transferir soldados a la Policía?"

El Presidente aboga por unas Fuerzas Armadas más pequeñas y mejor pagas

En la audición «Habla el Presidente», que se trasmite por la emisora M24, el mandatario dijo que estamos ubicados en «tiempos de discusión presupuestal», por lo que en estos días y en estas horas hay muchas inquietudes lógicas que se plantean, aunque «inevitablemente se dicen muchas cosas apresuradas».

Mujica dijo que es lógico que la gente proteste y «es mejor que existan algunos excesos a que la gente permanezca con la boca callada». De todos modos, exhortó a «vivir las rispideces del momento con un margen de tolerancia entre nosotros mismos».

Analizó especialmente la situación de las Fuerzas Armadas y dijo que hay que luchar para que «el país tenga Fuerzas Armadas y procedimientos que estén en línea con la literatura conceptual propia» que se utiliza a nivel militar, entre los que citó «el honor, el cultivo del estoicismo, la entrega a la patria y a realzar siempre la validez del patrimonio moral, por encima de toda otra consideración».

Insistió con su idea de que el país necesita Fuerzas Armadas «más pequeñas, mejor pagadas», mucho más dedicadas a su función específica, que aprovechen mejor su presupuesto «y que no gasten recursos en cuestiones superfluas».

Reivindicó como propia la idea de autorizar al Ministerio de Defensa a poder usar todos los ahorros que se puedan lograr, incluso los que provengan de vacantes no cubiertas, para mejorar los ingresos del personal.

En este sentido, dijo que las Fuerzas Armadas «pueden perfecta y ordenadamente transferir entre 1.000 y 1.500 plazas a la Policía y todos esos recursos, que no se van a gastar en salarios de los soldados, atribuirlos a gastos de mejora, incluso de mejora salarial en la interna de las Fuerzas Armadas».

Reclamó una «sensata discusión» para analizar este camino y recordó que el tema de la seguridad interna fue el principal problema planteado en la campaña electoral. Ubicó el origen del «fruto amargo» de la inseguridad en la falta de gasto en justicia social en las décadas del 80 y 90.

 

«¿Pecado abominable?»

El mandatario recordó que los soldados de nuestro país, para cumplir con acuerdos de la nación, pero también para mejorar sus ingresos, salen al exterior en misiones de paz.

Entonces, preguntó: «¿Cuál es el pecado abominable de que algunos soldados de este país pasen a servir, y reciban educación policial, para intentar darle más seguridad en las calles a nuestro pueblo? ¿Está mal? No. Nos parece que esta es una manera de buen gobierno, en el sentido de que damos una prioridad a algo que nos impone la realidad hoy, pero la utilizamos para mejorar también la situación económica de los militares».

«Lo que tenemos definitivamente que abolir en las Fuerzas Armadas, es que no podemos tener complacencia con hacernos trampas al solitario. No podemos institucionalizar mentiras, porque eso termina afectando el honor de las Fuerzas Armadas y la visión que hay que tener. Instituciones como la dieta a los oficiales, que son una compensación que mejora el ingreso.

Si se reciben 3 mil pesos en efectivo no pueden anotarse 7 mil, por el hecho de que ello mejora el cómputo jubilatorio. Eso es trampa al solitario», cuestionó.

«Es mejor que nos pidan y vamos a discutirlo, y vamos a encontrar los recursos, el dinero, de frente, como debe ser. No podemos utilizar los vales de nafta como un elemento de compensación económica y que después nos aparezcan por el lado de Ancap, en una sola estación, el 80% de esos vales. No, eso afecta el honor de las Fuerzas Armadas», sostuvo el mandatario.

«Tenemos que ahorrar para pagarle mejor a los oficiales, particularmente a los oficiales jóvenes y a los soldados. No podemos gastar 30 o 40 mil dólares por cada una de las agregadurías militares que tenemos; eso es un disparate, eso termina afectando el honor de las Fuerzas Armadas», indicó.

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