Oposición parece "adorar" la crisis

Mujica cuestionó ayer, desde su audición radial «Habla el Presidente» que se emite por M-24, las críticas que ha recibido el gobierno desde la oposición, de analistas económicos, politólogos y del periodismo, así como también ciertos reclamos gremiales.

La economía «marcha», aseguró el Presidente, y cuestionó que como al gobierno no se lo puede atacar mucho por ese lado «obviamente» se lo cuestiona por «otras cosas». «Se enojan iracundos. ‘Peligra la democracia’ gritan por un lado, y por otro contradictoriamente nos piden ‘garrote firme’ contra todos los reclamos», criticó el mandatario, aunque sin nombrarlo, ante recientes cuestionamientos efectuados por el economista Ernesto Talvi quien se refirió al debilitamiento de la democracia, entre otras cosas debido al proyecto interpretativo de la Caducidad.

«Nos gritan que no guardamos en este tiempo de bonanzas, para cuando vengan las vacas flacas. Parece que la teoría es que cuando las cosas andan relativamente bien no se debe gastar porque hay que guardar para cuando venga el mal, y cuando las cosas andan mal tampoco gastes porque viene el mal», ironizó el mandatario.

Ante lo cual replicó que «parecería que adoran que venga la crisis. Parecería que su novia eterna es el deseo de la existencia de la crisis, la llaman a gritos pelados».

Por otro lado, «en la otra punta del dial», dijo que están los «infantiles reclamos que gritan: ‘queremos la nuestra, y ya’, aunque arda Troya y aunque pechemos con los intereses y realidades de buena parte de la nación», cuestionó.

Asimismo acotó que los neoliberales «no pueden concebir un Estado que no se lave las manos, que no intervenga pero sí regule, su grito de lucha es ‘libertad absoluta’, pero para los tiburones y que las sardinas, en todo caso si se salvan, coman de la sobra de los tiburones».

Pidió tener «objetividad» del esfuerzo que hace el país, por ejemplo al «pesificar las deudas». También solicitó «tener en cuenta que se ha hecho un Presupuesto, el más importante de la historia del país por lejos, en el cual se invirtió todo lo que se pudo en gasto social y seguridad».

Añadió que el Presupuesto apunta, además, a «varios cambios en el Estado que, ni por asomo en este país de pura queja, nadie se ha atrevido a plantear». Reconoció que «no son cambios revolucionarios, pero son modificaciones que hace años había que haber intentado».

Resaltó que el Presupuesto quinquenal «todavía se está discutiendo, no está aprobado», pero sin embargo, «ya están pidiendo resultados contantes y sonantes, y buena parte de quienes piden resultados son los que ayer gobernaron y dejaron el país en las condiciones, que si los uruguayos tuvieran memoria, lo tendrían que recordar y comparar».

Enumeró que «esfuerzos como el del Fonasa, procurando incluir a la masa de jubilados, es de dimensiones colosales y muy pocos países se lo han planteado, mucho menos países con nuestro nivel de desarrollo».

También pidió tener en cuenta que estamos por ingresar a la temporada estival y que todo el mundo se «engolosina con el turismo y lo que significa».

En tal sentido recordó el «cambio sustantivo» en la relación con la sociedad argentina. Subrayó el hecho de contar con «un puente por el que no pasábamos y hoy vamos y venimos por miles».

También dijo que en el ámbito internacional el Mercosur «mal que bien, con muchos defectos, va mejorando y en parte nuestras mejoras son el ponerle el hombro y en lugar de criticarlo tanto pugnar luchando y luchando».

Pero Mujica volvió a realizar críticas. Dijo que el hecho de que en Uruguay se le haya dado participación a la oposición, «como nunca en la historia política, no tiene ninguna importancia, ya se olvidó todo el mundo».

«Es un factor banal, somos antidemócratas, la democracia peligra dicen ahora. No vamos a hacer un pachecato de izquierda, pero durante toda la vida nos han dado palo: el periodismo y la politología independiente», sentenció. De paso señaló que «no existe la independencia, sino el no compromiso. Independiente no hay nadie, hay gente que no se compromete, el que no quiere tomar partido pero tiene posiciones».