El sistema "criminaliza la pobreza"

El sistema penal uruguayo «criminaliza la pobreza», generando una profunda «estigmatización» de los sectores más vulnerables de la sociedad y dando lugar a un «populismo punitivo» con objetivos cortoplacistas. «Si la única opción para los desafiliados es el encierro, se genera un problema», dijo el coordinador de Serpaj.

El Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) presentó ayer el libro «Derechos Humanos en el Uruguay, Informe 2010″, en el cual se analiza la realidad de los derechos humanos en Uruguay, cuestionando la «creciente ola de punitividad existente» en la sociedad y el sistema penal, lo cual redunda en una sobresaturación del sistema penitenciario.

El trabajo es «el único informe de derechos humanos en Uruguay», siendo editado desde hace 22 años, con la colaboración «honoraria y voluntaria» de la sociedad civil, en temas relevantes del acontecer nacional, según explicó el coordinador de Serpaj, Mauro Tomasini, a LA REPUBLICA. La intención es «decirle al Estado lo que creemos debe cumplir y garantizar» para dar cumplimiento a una política integral en derechos humanos, señaló Tomasini.

En este sentido, el informe 2010 abarca temas de diversas índole como la violencia doméstica, el actual debate legislativo sobre la Ley Nº 15.848 («Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado»), la vivienda, la educación, el ámbito laboral y el sistema penal juvenil.

Sin embargo, uno de los aspectos más relevantes es el informe sobre la realidad del sistema penitenciario, mediante un trabajo de investigación desarrollado entre marzo y octubre por un equipo multidisciplinario, en 32 establecimientos carcelarios, con encuestas a 1.360 reclusas y reclusos. El trabajo excluyó la cárcel de Paso de los Toros (Tacuarembó) y la Unidad Penitenciaria Nº 8 («Cárcel Especial para Militares»).

La presentación del libro «Derechos Humanos en el Uruguay, Informe 2010″ contó con la participación de integrantes y colaboradores del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), e integrantes de la organización de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos.

En este sentido, el informe fue dedicado directamente a la organización: «Serpaj en homenaje a Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, por su solidaridad e incansable lucha; en reconocimiento a la coherencia, tesón e incorruptibilidad de sus principios».