Hamburgo, Londres, Brasilia

Los antecedentes de Espinosa, relacionados con presuntos actos de racismo, se remontan a principios de la década de los 90. La prensa de la época, inclusive LA REPUBLICA, que hizo una amplia cobertura del caso, se hizo eco tanto de las denuncias de la comunidad afrodescendiente como del punto de vista del diplomático. En agosto de 1990 los periódicos alemanes «Kurier am Sonntag» y «Bremer Tageszeitungen» acusaron al embajador uruguayo de racista. Se recuerda un incidente mencionado por la comunidad afrodescendiente, cuando a la reconocida cantante Lágrima Ríos no la habían dejado subir al buque «Capitán Miranda» en Hamburgo para la entrega de un premio a la tripulación. Y que en su pasaje por Alemania, la artista no fue recibida por el diplomático.

El caso de Espinosa llegó al Parlamento Nacional, que por las denuncias de las comunidades afrodescendientes citó al canciller de entonces, Roberto Rodríguez Pioli.

A eso se sumó la denuncia del cónsul de Londres, Oscar Carbajal, quien denunció a Espinosa, el embajador en Inglaterra, por malversación de fondos, maquillaje de gastos y racismo.

Sin embargo, una investigación interna efectuada por la Cancillería no pudo comprobar ninguna irregularidad.

Espinosa, luego de pasar por Alemania, Inglaterra y Brasil, volvió a Montevideo en marzo de 2003, coincidentemente con el inicio de la gestión de «Lula» Da Silva como presidente de la República.

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