Fallo. Penas de cadena perpetua, 25 y 20 años

Condenan a ex agentes  argentinos por Orletti

La Justicia argentina condenó ayer a cuatro ex agentes del regimen dictatorial argentino por los crímenes de lesa humanidad perpetrados, entre el 11 de mayo y el 3 de noviembre de 1976, en el centro clandestino de detención «Automotores Orletti» (OT 18). Los fundamentos del fallo serán leídos el próximo 31 de mayo.

El Tribunal Oral Federal Nº 1 (TOF 1) de la Capital Federal dispuso la condena a «prisión perpetua» del general (r) Eduardo Cabanillas; 25 años de prisión de los ex agentes de la SIDE Eduardo Rufo y Honorio Martínez Ruiz, y 20 años de prisión del ex integrante del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, Raúl Gulielminetti.

En este sentido, las penas fueron graduadas por el nivel de participación de los cuatro integrantes del régimen dictatorial argentino, en la represión desatada en el centro clandestino de detención, según el fallo emitido por los ministros Adrián Grunberg, Oscar Amirante y Jorge Gettas.

Cabanillas, ex jefe de «Automotores Orletti», fue condenado como «participe necesario» penalmente responsable de cinco delitos de «homicidio calificado por su comisión con alevosía», 29 delitos de «privación ilegítima de libertad (…) agravadas por mediar violencia y amenazas» y de «imposición de tormentos» (torturas).

En tanto, Martínez Ruiz fue enjuiciado como «participe necesario» de 65 delitos de «privación ilegítima de libertad» y 60 casos de imposición de tormentos, mientras Ruffo fue condenado por los mismos delitos, pero en calidad de «coautor». Por su parte, Guglieminetti, alias «mayor Guastavino», fue condenado por 25 delitos de «privación ilegítima de libertad» y 21 casos de torturas. Todos los hechos fueron agravados por tratarse de ex funcionarios públicos.

El centro clandestino de detención «Automotores Orletti» estuvo bajo la órbita del fallecido ex jefe de la Triple A, Aníbal Gordon, y dependía funcionalmente de la SIDE, siendo uno de los centros de operaciones de los servicios represivos uruguayos para la persecusión de exiliados políticos en Argentina.

Por las entrañas de OT 18 desfilaron unos 200 presos políticos de diversas nacionalidades, entre ellos, decenas de uruguayos víctimas de la represión trasnacional desatada, en el marco del «Plan Cóndor». Una treintena de uruguayos declararon en el juicio oral.

 

Un poco de paz

Macarena Gelman, hija de Marcelo Gelman y María Claudia García, ambos víctimas de la represión desatada en «Orletti», aseguró que el fallo del TOF 1 «colabora a tener un poco más de paz». «Es un tramo del juicio que fue cumplido, hemos obtenido un poquito más de justicia (pero) esto sigue y uno puede estar tranquilo que estas causas puedan tener un buen desenlace», expresó Gelman en diálogo con LA REPUBLICA.

En este sentido, Gelman afirmó que el actual desenlace se produce porque en Argentina los juicios por los crímenes de la Dictadura fueron declarados como «una política de Estado». «En Uruguay lamentablemente no existen políticas de Estado (en materia de derechos humanos), lo que no significa que no se haga nada, pero es insuficiente», señaló.

Empero, la búsqueda de verdad y justicia torna necesario impulsar una política integral en materia de investigación de los crímenes de la Dictadura. «No es que sacando la Ley de Caducidad, mágicamente, todo se va a hacer. Esto lleva trabajo», dijo. Eduardo Cabanillas estuvo directamente vinculado con el crimen de Marcelo Gelman, en tanto Honorio Martínez Ruiz visitó a Maria Claudia García, cuando ya había sido trasladada clandestinamente al Uruguay.

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