DEPARTAMENTO III. VARIOS DE SUS INTEGRANTES YA DECLARARON ANTE LA JUSTICIA

Indagatoria por Julio Castro se centrará en agentes del SID

La reciente comparecencia del periodista brasileño Flavio Tavares Freitas ante la Justicia, en el marco de la indagatoria penal por el secuestro y desaparición del maestro Julio Castro, «confirmó» su detención en «La Casona» de Avenida Millán y Loreto Gomensoro.

Tavares declaró ante el juez Penal de 1er. Turno, Juan Carlos Fernández Lecchini, y la fiscal Mirtha Guianze, aportando un «detallado y preciso» testimonio sobre sus vivencias en dicho centro clandestino de detención de la dictadura uruguaya, donde fue «severamente interrogado», según indicaron fuentes judiciales a LA REPUBLICA.

El periodista relató que, poco después de su detención, con los ojos vendados fue trasladado a un centro clandestino, que posteriormente reconoció como «La Casona de Millán».

Empero, Tavares señaló ante el juez Fernández Lecchini la presencia de Castro en dicho centro. «Por lo que oyó, Julio Castro habría sido torturado igual que él», señalaron las fuentes.

El testigo aseguró que «El Veterano» (apodo utilizado por los responsables del centro para referirse a Castro) estaba en «muy malas condiciones» a causa de las torturas. Por la noche, Castro empezó a quejarse y gemir, tras lo cual fue retirado de su «calabozo».

Tavares aseguró que no volvió a saber de «El Veterano», más allá de comentarios de sus captores sobre su deficitario estado de salud. En este sentido, el testimonio de Tavares señalando «La Casona» como el lugar en el cual permaneciera detenido Castro, implicará centrar la investigación sobre los integrantes del Departamento III del SID, órgano operativo en dicho centro clandestino, expresaron las fuentes. Sin embargo, Tavares aseguró ante la Justicia no poder identificar a ningún efectivo activo en «La Casona», por cuanto permaneció todo el tiempo con los ojos vendado. Sin embargo, recordó que el jefe del centro era conocido como «Julio Cesár», seguramente un seudónimo.

Por el contrario, el abogado Emilio Mikolic, representante legal de varios de los militares indagados en la causa, dijo que el testimonio de Tavares «no puede ser concluyente» para la determinación de responsabilidades penales.

«Es un testigo de oídas, y no dijo que Castro estaba detenido ahí, sino que pudo haber estado detenido» en ese lugar, expresó Mikolic a LA REPÚBLICA.

Varios integrantes del Departamento III del SID ya comparecieron ante el juez Fernández Lecchini y la fiscal Guianze, deslindando toda responsabilidad en el secuestro y desaparición del maestro. En tanto, el magistrado interrogará hoy a varios de los militares detenidos en la Unidad Penitenciaría Nº 8, como responsables de crímenes perpetrados durante la dictadura cívico-militar. El juez Fernández Lecchini tiene previsto interrogar al dictador Gregorio «Goyo» Alvarez, y los militares José Nino Gavazzo, Ricardo Arab y Luis Maurente, y el ex jerarca policial Ricardo «Conejo» Medina.

El maestro Julio Castro fue detenido el 1º de agosto de 1977 por efectivos del SID. Dos días más tarde, Castro falleció a raíz de las lesiones recibidas durante los interrogatorios, según el informe de la Comisión Para la Paz. La indagatoria judicial por la muerte del maestro se reanudó en 2010, tras la decisión del actual Poder Ejecutivo de excluir su caso del amparo de la Ley Nº 15.848, «Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado».

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