ENTREVISTA. ERNESTO KREIMERMAN, MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGIA Y MINERIA

"Tenemos un empresariado que va por el campeonato"

Cuando asume la Presidencia de la República el general Óscar Gestido, el ministro de Industria fue Zelmar Michelini. Allí hubo una apuesta al desarrollismo. Después los ministerios de Industria comenzaron a caer en la consideración de la sociedad y en los textos de los presupuestos. ¿Siente que hoy hay un nuevo reconocimiento al Ministerio de Industria, sin importar quién esté en su jefatura?

Hay una valoración del Ministerio en relación con sus diferentes áreas: la industria, la energía, las telecomunicaciones y seguramente la minería. Hay un reconocimiento porque llevamos adelante una política donde el Estado tiene un rol importante, en cuanto a la diversificación de la producción, de la matriz energética, en cuanto a una mayor cantidad de tecnología y una mayor interacción en cuanto a lo que es la estrategia con los privados, con los sindicatos, con la Universidad, con la academia en general.

Somos un país que tiene un crecimiento prolongado, que en el futuro va a continuar desarrollando determinadas cadenas de valor, lo que llamamos cadenas productivas, que se van a desarrollar con un tejido denso. No solo son empresas exportadoras aisladas, sino rodeadas de empresas de servicios y de bienes, de tecnología. Estamos trabajando sobre las cadenas productivas y vamos a trabajar sobre la electrónica, como anteriormente lo hicimos sobre la automotriz o la farmacéutica.

 

¿Hay un nuevo empresariado?

Tenemos un empresariado que evoluciona. Dentro del nuevo empresariado están las inversiones extranjeras, donde hay chicas, medianas y grandes. Hoy el empresario entiende que el destino de sus empresas no es diferente al destino de los países. También entiende que la cooperación gobierno, trabajadores, empresarios y academia, es una forma de desarrollar una política industrial potente.

A la vez el Estado, gracias al Presupuesto, gracias a que estamos tomando los profesionales y administrativos adecuados, nos permite saber dónde están las oportunidades. Es un coordinador de los distintos sectores. El país va a continuar creciendo si sigue creciendo la inversión, nacional o extranjera.

 

¿Cuál tiene más impacto?

Últimamente la inversión nacional, que está siendo muy fuerte. Hay pequeñas y medianas empresas que empiezan a invertir mucho más. En segundo lugar el encadenamiento: cuando se trata de las grandes inversiones, se busca que generen la producción de insumos nacionales. En esto estamos profundizando, incluso con el marco legal. También tenemos encadenamientos a través de la compra pública, que en el marco del año pasado reglamentamos. La educación es un tema clave, desde el punto de vista de lograr un desarrollo de país que implica desde el nivel de doctorados hasta nivel de operarios calificados pasando por profesionales y técnicos.

Otro punto es la infraestructura. En nuestro caso los parques industriales que se están desarrollando son muy importantes. Tenemos que saber, a la vez, que hay una revolución en el agro y una revolución en la industria.

 

¿Hoy hay más presupuesto para el Ministerio de Industria que hace 15 años?

Con relación al anterior Presupuesto aumentamos un 80%. Es un presupuesto que va dirigido al apoyo del desarrollo industrial. Es que el mercado tiende a reproducir una estructura económica muy vulnerable, basada en las instancias primarias. Lo que estamos promoviendo es más densidad de la cadena de valor y de cadenas complementarias. Y esto es crecimiento económico con justicia social. Y no es un eslogan para ganar votos en una campaña electoral.

 

Estamos en tiempos de fútbol… Hay países que van a la Copa América sin aspirar a llegar a las finales. En cambio otros siempre quieren estar en las finales. ¿El empresariado uruguayo apuesta a estar en las finales, disputando el campeonato?

El empresariado uruguayo está jugando, crecientemente, para estar en las finales y disputar la Copa, que va por el campeonato, para seguir hablando en términos futbolísticos. Hoy muchos van en busca de una competitividad basada cada vez más en la inversión, en la innovación. El panorama, por cierto, no es parejo, pero en nuestras conversaciones hay sectores que lo van comprendiendo. Hay sectores donde hay acuerdos muy buenos entre empresarios y trabajadores. En este contexto las empresas públicas tienen un rol fundamental. Hay cadenas de valor que son estratégicas. Uruguay está en una región rica en agua y energía y en esta realidad tenemos empresas estatales que se fortalecen como son Ancap. UTE y Antel, porque tienen un rol definitivamente estratégico en el desarrollo del país.

 

Textiles y vestimenta ¿ Perdimos de por vida con los chinos?

Ya a esta altura perdimos bastante. Ahora se están recuperando algunas inversiones, pero desde un punto mucho más abajo que en años anteriores. Claro que sin duda hay sectores que no van a competir con China e India, por el costo de la mano de obra.

Pero hay lugar para empresas que se ocupen de órdenes o partidas de menor tamaño, de mejor diseño, de cercanías en cuanto a las exportaciones.

La ley de vestimenta que hemos enviado al Poder Legislativo que hace pocos días se aprobó en Diputados, es una ley modélica que tiene tres partes que son muy claras: subsidio temporal durante cinco años a las empresas, la trazabilidad de la responsabilidad social y la formalización de las prendas que se exportan, y el trabajo a domicilio.

 

¿Uruguay, en materia industrial, será algún día un centro industrial como San Pablo?

No, pero Uruguay se puede industrializar aún mucho más. Evidentemente el producto bruto industrial de nuestro país, en relación al PBI, es del orden del 15%. Ha crecido más que la economía, en un período de tiempo razonable. Las exportaciones han crecido tanto en las manufacturas de origen industrial como en las de origen agropecuario, en el orden del más del 20%.

Uruguay tiene fuertes ventajas en toda la industria sin chimeneas, como la informática, por el grado de desarrollo de la alfabetización y seriedad del país. La imagen que tengo para el futuro no es que Uruguay se transforme en un alto centro industrializado como es San Pablo, sino una diversificación productiva.

 

FRASES

Estratégico. «Enganchar con las cadenas de valor del resto de la región».

 

Ventajas. «En esta América Latina tan desigual, somos el país menos desigual».

 

Desafío. «Nos proponemos el desarrollo de la minería y para eso hay que conocer más nuestro territorio».

 

Energía. «Hay una demanda por la parte productiva, pero también por la mayor calidad de vida que tiene la gente».

 

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