Investigan nuevas  fugas en el INAU

Las autoridades del Instituto del Niño y el Adolescente (INAU) tendrán hoy los resultados de una investigación primaria que se inició el miércoles pasado, cuando se produjo la fuga de cuatro menores infractores del hogar Ariel, en la Colonia Berro.

La institución no reportaba fuga alguna desde hacía más de un mes y medio, en base a «gestión», explicó su presidente, Javier Salsamendi. Esta situación generó superpoblación en todos los centros. No obstante, el viernes pasado se escaparon tres menores cuando tomaron de rehén a una funcionaria y al maestro panadero del establecimiento, indicó Rolando Arbesún, director del Semeji (Sistema de Ejecución de Medidas a Jóvenes en Infracción).

No obstante, el jerarca destacó que le llama poderosamente la atención la forma en que se produjo la huida de cuatro internos del hogar Ariel. En la posterior inspección de las autoridades se encontraron tres sierras partidas a la mitad. Con esos 6 pedazos pudieron cortar los barrotes para luego saltar la perimetral.

«Me parece rara la forma en que se dieron estas fugas, ya que las inspecciones son muy rigurosas y uno podría pensar otras formas de escape y no esa», afirmó Arbesún.

En la investigación que se lleva adelante se está averiguando la posible implicancia de funcionarios y de la guardia perimetral, ya que se debe determinar si había policía durante esa madrugada.

La entrada de los familiares a los centros de internación está precedida de fuertes controles que implican la utilización de detectores de metal y periódicamente también la presencia de la Brigada de Narcóticos.

Arbesún aclaró que se mantiene la misma metodología de trabajo que dio resultado. Precisó que uno de los internos fugados fue recapturado ayer.

Por su parte, el dirigente del sindicato del INAU Carlos Salaverry señaló a LA REPÚBLICA que actualmente se está viviendo una situación crítica de hacinamiento en los distintos centros de internación y diariamente «se vive cada vez más en jornadas de alta tensión.»

Salaverry aclaró que «si el sistema no explota, es precisamente por el vínculo que tienen los trabajadores con los menores, que no es desde un ángulo represivo sino personal.»

El dirigente sindical aclaró que no está de acuerdo con la propuesta de recluir a los menores en contenedores, pero igualmente le llamó la atención el fallo de la Justicia, que a su entender utilizó «un procedimiento principista» para un caso específico, y parcial, y no cuestiona la situación global de los centros existentes.