Timerman: "El conflicto con Uruguay está enterrado"

Días después de la firma histórica de once acuerdos entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, y a horas de una nueva reunión de cancilleres de Unasur y de la esperada reanudación del cruce ferroviario entre ambos países, el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Héctor Timerman, recibió a LA REPÚBLICA para hacer una evaluación de la relación bilateral y confirmar que la peor etapa del vínculo quedó definitivamente atrás.

 

¿Cómo está la relación con Uruguay?

Es una relación histórica en la que somos más que vecinos, como dijo el presidente José Mujica. En la actualidad tenemos un diálogo óptimo y hemos avanzado en todos los aspectos que tienen que ver con la integración económica, social y política entre ambos países. Creo que los problemas del pasado han sido resueltos, y que han sido superados con beneficio para los dos pueblos, que es la única manera de resolverlos y que la solución no genere resentimientos.

Tenemos una relación que podrá crecer y ser mejorada, seguramente, pero que está en un buen momento, en el que no hay ningún conflicto abierto. Hay muchos temas para hablar, sí, pero porque hay mucha integración.

 

¿Entonces el conflicto es parte del pasado?

El conflicto con Uruguay está enterrado. La relación es y será óptima.

 

¿Puede ubicar algún punto de inflexión en esta nueva etapa de las relaciones?

Creo que la llegada de Pepe Mujica al gobierno le dio un nuevo diálogo al nivel más alto de la relación. Además, creo que en la reunión de Anchorena de 2001 se plantearon todas las cuestiones que había que resolver y desde ahí las dos cancillerías y los demás ministerios de los dos gobiernos trabajaron para resolverlas. Después, la última visita de Mujica resolvió todos los temas pendientes. Pero eso se da en un marco de una coincidencia muy grande que hay hoy entre el gobierno de Argentina y el de Uruguay, tanto para los temas bilaterales como para los temas regionales y globales.

Tenemos una visión muy parecida de los temas que estamos enfrentando y tenemos la intención de trabajar juntos para que estos tiempos por los que atraviesa la región puedan ser utilizados de la mejor manera en beneficio de nuestra gente.

 

Recién mencionó la visita del presidente Mujica, que significó la firma de once acuerdos y la declaración de Buenos Aires. ¿Qué balance hace de esos puntos?

Lo más importante es que la declaración presidencial a la que se arribó en Anchorena está totalmente cumplida un año después. Eso es muy importante porque muestra que los presidentes dieron su palabra de llevar adelante unos acuerdos e impulsaron a sus gobiernos a cumplirlos. En ese sentido me parece que es una muestra cabal del dinamismo en el diálogo y la integración que hay con Uruguay. Muchas veces sucede que se tardan años en concretar y llevar a la práctica acuerdos que se intentan. Pero hoy por hoy es una locura pensar a Argentina sin Uruguay o a Uruguay sin Argentina.

 

También se avanzó en la idea de organizar de forma conjunta el Mundial 2030. ¿Qué significado tiene?

Que hagamos juntos el Mundial es un sueño que por supuesto vamos a tratar de cumplir. Hoy en día, pensarlo es mostrarle al mundo un grado de madurez muy grande, porque además no es solamente el placer de ir a ver un partido. Detrás de un Mundial existe toda una infraestructura que hay que hacer de común acuerdo entre los dos países: construir estadios, hacer obras, es un montón de trabajo. Hay que integrar un montón de temas en un pensamiento estratégico, porque no estamos planeando ir a ver una final, sino pensando en una infraestructura para dos países a nivel de aeropuertos y hoteles, que va a quedar y terminará uniendo aún más a los dos países.

 

Recién habló de la integración regional. Hace unas semanas hubo una reunión de ministros de Economía de Unasur y esta semana se reúnen los cancilleres. ¿Cómo evalúa al bloque regional en la actualidad?

Creo que nosotros veníamos trabajando muy bien hace tiempo en todos los temas políticos dentro de la Unasur, que tiene una gran facilidad para el diálogo y defender ciertos valores como la democracia y la justicia. Y de repente nos hemos visto enfrentados a una crisis mundial muy profunda, que requiere una visión estratégica común regional, no ya de un país sino de todo un grupo. Y es muy importante en ese sentido la comisión de ministros de Economía, porque en general las decisiones económicas de cada país no tienen la misma visión de cómo aplicarlas fronteras nacionales adentro, pero sí tienen una visión similar en cómo evitar que esas crisis se trasladen a la región. Hay un entendimiento entre los países miembros de que es más inteligente que existan medidas comunes entre todos juntos y no de cada uno por separado.

Al mismo tiempo, hay una visión de que esta crisis le puede permitir a la región cumplir con objetivos comerciales en otras regiones como África o Asia, que nos abren grandes oportunidades si sabemos trabajarlas en forma conjunta. Así que por un lado está la defensa de la región para evitar el contagio y por otro las oportunidades que nos puede dar.

 

Todo en un marco, sin embargo, en el que los países de la región parecen competir por los mismos mercados al tener matrices exportadoras similares…

Es verdad, pero si competimos con las exportaciones también es cierto que las medidas que se toman en otras regiones sobre esos productos nos afectan por igual porque tenemos muchos temas en los que competimos.

Somos prácticamente productores de los mismos productos, por lo que los aranceles y otros temas tenemos que trabajarlos juntos.

Y además porque estos productos son cada vez más demandados es en parte que creció tanto el Mercosur también.

Con la región creciendo, los organismos regionales crecen, ya que se abren un montón de temas que necesitan ser discutidos y analizados con una mirada conjunta.

Tenemos una región que crece e incorpora millones de nuevos consumidores, gente que accede por primera vez a educación, salud y consumo, y eso abre desafíos muy grandes y requiere mucha coordinación regional.