Carrió abrió la caja de Pandora

REDACCION E ISIDORO GILBERT – CORRESPONSAL EN ARGENTINA

 

Carrió decidió hacer público el informe de una Comisión Parlamentaria que investigó durante meses denuncias de lavado de dinero al no lograr en el organismo parlamentario la votación para que el informe siguiera trámite. Carrió, diputada disidente de la Unión Cívica Radical, estuvo acompañada por varios legisladores del Frepaso, como Mario Cafiero, el socialista Alfredo Bravo y la legisladora independiente Graciala Ocaño.

Al referirse a Uruguay, destacó la colaboración recibida «de muchísima gente» y el papel de las sociedades anónimas uruguayas en las maniobras de lavado y evasión perpetradas desde Argentina (ver nota aparte).

La caja de Pandora

En el Parlamento argentino se abrió ayer, y aún no del todo, la caja de Pandora, exhibiendo el proceso de corrupción de los últimos tiempos en la Argentina, en la que han estado envueltos funcionarios de todos los gobiernos, militares primero y los civiles que los siguieron hasta el presente, provocando un escándalo que dará que hablar por mucho tiempo. Ayer, la Comisión de la Cámara baja que encabeza la radical disidente Elisa Carrió, que investiga el lavado de dinero a partir de conocerse informes de un subcomité del Senado norteamericano que hurgó sobre actividades del Citibank y lo vinculó al argentino Federal Bank, debía dar su informe preliminar, pero no pudo. Es que en 600 páginas y 3.000 documentos probatorios, no dejaba títere con cabeza: peronistas, menemistas o no, radicales y cavallistas integrantes del comité, sabotearon las conclusiones, negándose a firmar el despacho, dejando en minoría a Carrió (apoyada por el Frepaso y un diputado conservador que fue clave en la pesquisa) y con eso la posibilidad de que las denuncias tuvieran el peso de un dictamen parlamentario.

Carrió fijo su metodología en las formas en que se realizaron las capitalizaciones de la deuda externa. La primera, desde 1986 (tiempos de Alfonsín, el correligionario de la legisladora que advirtió que no ocultaría nada aunque afectara a seres queridos), la piloteó el banquero saudí Gaith Pharaon, que la continuó con Carlos Menem.

Carrió denunció a empresas uruguayas como tapaderas de todos los ilícitos mas conocidos, como la venta de las armas, el fraude con el oro, beneficios para las empresas telefónicas, convenios con la Siemens Alemana, la IBM y otros, donde con insistencia se escucharon los nombres de Kohan y del cuñado de Menem, Emir Yoma. La causa del oro envuelve a empresas del Uruguay que lavaban el dinero del narcotráfico.

Carrió además aseguró que el empresario menemista «Pacha Cantón», y Gaith Pharaón «lavan dinero en Carmelo, en Uruguay (ver página 4). La legisladora también afirmó que el jefe de gabinete de Fernando de la Rúa, Christian Colombo, «está implicado en el caso Yoma».

En tanto, el diputado Mario Cafiero denunció que «existe una cuenta C.G.N Financial Capital de Las Bahamas, donde la composición accionaria dueña de esa cuenta tendría una participación del señor Domingo Felipe Cavallo. Nosotros lo que pedimos es que la Justicia actúe».»Lamentablemente con diputados que están aquí pretendimos crear una comisión investigadora de la deuda, para demostrar que el señor Cavallo es el máximo responsable de esta situación. El estatizó la deuda en el 82, nos vendió Brady como la solución , privatizó el sistema de jubilaciones e hizo el megacanje y dolarizó las tarifas», sostuvo Cafiero. *