Documento prueba que Eduardo Bleier aún vivía un mes después de su desaparición

EDUARDO DELGADO y MARCELO FALCA

 

El caso Bleier

Eduardo Bleier, según el testimonio de los propios Familiares, desapareció el 29 de octubre de 1975, en Montevideo, probablemente en la calle, entre las 21 y las 22 horas. Pese a las gestiones, a distinto nivel, realizada por los familiares, nunca más se supo de él, salvo por un comunicado librado por las Fuerzas Conjuntas, el 11 de agosto de 1976, en el que se requería la colaboración de la ciudadanía para lograr su captura. Sobre Bleier, LA REPUBLICA tuvo acceso a la copia de dos documentos oficiales, uno de los cuales confirma su detención en el Servicio de Material y Armamento, exactamente 29 días después de su desaparición (Ver facsímil). Se trata de una tarjeta cuadrada, de apenas unos diez centímetros por lado, perteneciente a la Sección Identificación Criminal de la Policía de Montevideo. En el anverso del documento, figuran los datos personales de Bleier y en el reverso, las siguientes anotaciones: «13/1/61-Av. de riña-Investig-Instr. 2do Turno. -Libertad-» y «27/11/75-Fichado a solicitud del Servicio de Material y Armamento -En esa Unidad».

En el otro documento, el «Prontuario General de Informaciones Nº 193.518″, producido por la Dirección Nacional de Policía Técnica, además del registro dactiloscópico, figura una serie de anotaciones destinadas, parece ser, a ocultar el procedimiento de secuestro y destino final del dirigente comunista. Con letra manuscrita, apenas legible y, después a máquina-, la orden de captura librada por el Juzgado Militar de Instrucción de 1er. Turno, de fecha 5 de julio de 1976 (a esa altura, Bleier ya había fallecido, según el informe de la Comisión para la Paz). Posteriormente, el 30 de diciembre de 1984, la misma sede judicial comunica que «al causante se le dejó sin efecto la captura con fecha 24 de noviembre de 1984″, un día antes de las elecciones nacionales en las que triunfó el doctor Julio María Sanguinetti. Seis días después, según la última anotación en el expediente policial, el Servicio de Información de las FFAA, por Circular Nº 29-84, dejó sin efecto la captura de Bleier.

 

La historia

De acuerdo a la información que el grupo familiar recibió de la Comisión para la Paz, Bleier falleció «entre el 1 y el 4 de julio de 1976″, en el Batallón de Infantería Blindada Nº 13, como consecuencia de las torturas recibidas. El primer destino después de su detención, fue el centro clandestino que funcionó en una coqueta casona de Punta Gorda ubicada sobre la rambla República de México. Allí, como consecuencia de las torturas recibidas, tuvo que ser internado en el Hospital Militar. Recluido después en el «300 Carlos» (Batallón de Infantería Blindada 13), Bleier, volvió a ser atendido en el Hospital de las FFAA, debido a los nuevos apremios recibidos, y luego fue trasladado nuevamente al 13, donde finalmente falleció. La Comisión para la Paz no proporcionó información sobre el paradero de sus restos.

 

El caso González

En el prontuario de Luis Eduardo González González figura que fue identificado a solicitud del Regimiento de Caballería Nº 6 el 15 de diciembre de 1974, fecha posterior a la de su desaparición el 13 de diciembre de ese año. Según la información que la Comisión para la Paz entregó a su viuda, González murió el 26 de diciembre de 1974 en ese regimiento.

El prontuario 2595/1 de la Dirección Nacional de Policía Técnica-Departamento de Identificación Criminal del Ministerio del Interior, correspondiente a Luis Eduardo González González, indica que el 15 de diciembre de 1974 fue identificado a solicitud del Regimiento de Caballería Nº 6. González desapareció en la madrugada del 13 de diciembre de 1974, secuestrado por efectivos uniformados de las Fuerzas Conjuntas, las que comunicaron su requerimiento a través de un comunicado de prensa el 11 de enero de 1975. La información que la Comisión para la Paz entregó a la viuda de González expresa que éste murió el 26 de diciembre de 1974, que hay distintas versiones sobre la causa de su deceso, concidiendo que a raíz de la tortura ya estaba muy mal.

González es el único desaparecido detenido en un cuartel de Caballería, algunos de sus familiares eran oficiales que integraban esa arma del Ejército.

El prontuario de Luis Eduardo González González escrito en letra manuscrita de difícil lectura lleva como fecha el 22 de setiembre de 1975, indica como fecha de nacimiento el 28 de agosto de 1952 en la ciudad de Fray Bentos, departamento de Río Negro y en lo referido a arrestos, procesos y otros antecedentes señala que el 15 de diciembre de 1974 -fecha posterior a su desaparición- fue identificado a solicitud del Regimiento de Caballería Nº 6, donde efectivamente estuvo detenido y fue torturado. Según la información que la Comisión para la Paz entregó a la viuda de González, éste habría muerto el 26 de diciembre en esa unidad militar.

La desaparición de Luis Eduardo González González fue el 13 de diciembre de 1974 en su domicilio de Montevideo. Nació el 28 de agosto de 1952 en Young (Río Negro) y tenía 22 años al momento de la desaparición.

González era dirigente de la Federación de Estudiantes Universitaios del Uruguay (FEUU) por Facultad de Medicina y dirigente del Partido Comunista Revolucionario (PCR).

A las dos de la madrugada del 13 de diciembre de 1974 dos hombres se presentaron de particular en la casa de la madre de la pareja de González y preguntaron por «Chiqui» (nombre familiar) diciendo que eran sus amigos. Ante la negativa de la madre, se identificaron como FFCC mostrando sendos carnés. Se presentó entonces un oficial superior, rodeado de soldados uniformados y armados y la detuvieron, llevándola a un jeep, dejando en la casa un VW beige y en la esquina un camión y varias camionetas del ejército. Allí un jeep se detiende y un oficial le dice a otro «mi mayor». Rato más tarde dejaron a la madre en su casa y a las cinco de la madrugada se presentó el oficial y le dijo «cayeron los pájaros», habían encontrado en la casa de la suegra la dirección del matrimonio González-Zaffaroni.

González estuvo detenido en el 6º de Caballería, donde lo vieron su esposa y compañeros. Su esposa incluso estuvo detenida en el mismo lugar, el 24 de diciembre de 1974 fue torturada ante él y el 25 de diciembre de ese año fue trasladada. El 11 de enero de 1975 un comunicado de prensa de las Fuerzas Conjuntas requirió a González.

 

Declaraciones de la esposa

Su esposa declaró haber sido llamada por González cuando iban al baño el día 14. Días después fue torturada frente a él para que éste hablara. El 24 los carearon como forma de presión, él le dijo que se iba a dejar matar antes de decir nada y permanecieron en el mismo cuartel hasta el 25 de diciembre. A esa altura González ya respiraba con mucha dificultad y tenía los pies deshechos. Otros testigos dijeron haberlo visto, el 25 de diciembre, después que lo separaron de su esposa, una detenida lo vio en el «caballete», siendo la última persona que pudo verlo.

La esposa de González relató ante la Comisión Investigadora Parlamentaria que «cuando nos trasladaron posteriormente al 5º de Artillería, redacté una carta dirigida al comandante solicitándole datos sobre mi esposo, ya que no sabía nada de él. Allí obtuve por respuesta que en el 5º de Artillería no estaba sino que se encontraba en el 6º de Caballería. Recibí una nota firmada (que luego me quitaron) por quien estaba a cargo del lugar». «Del 5º de Artillería nos trasladaron por primera vez al Juzgado Militar en f
ebrero de 1975. Ahí me entero que a mi esposo lo dieron por fugado». Su esposa agrega que el operativo de detención fue realizado conjuntamente con una fuerte represión y detención hacia otros militantes del PCR, en el 6º de Caballería. Simultáneamente también eran detenidos muchos militantes del 26 de Marzo interrogados y torturados en el 6º de Caballería. Posteriormente los militantes del PCR eran trasladados al 5º de Artillería y los del 26 de Marzo al 9º de Caballería, y finalmente a los Penales.

La madre de González declaró ante la Comisión Investigadora Parlamentaria: «Llevé el paquete con ropa y carta al Instituto Militar de Estudios Superiores (IMES), me dijeron (oralmente) que se encontraba en el 6º de Caballería, que volviera a la semana. Cuando volví no me dieron ninguna otra información. El 11 de enero mi hijo apareció requerido. Me presenté en la Policía Militar Femenina a averiguar por qué era requerido. La funcionaria me respondió «debe ser un error, hace poco hice una ficha sobre él» y que iba a averiguar. Cuando regresó una hora después me dijo «Váyase, no moleste más, si su hijo se fugó después le darán noticias». En la Región Militar Nº 1 me recibió el mayor Manuel Cordero y me dijo que sí, que lo habían detenido pero que se les había fugado por una ventana».

 

 LA REPUBLICA.